En el mundo profesional de hoy, todos trabajan bajo presión. Por ello son varias las empresas que se preocupan por el bienestar de sus colaboradores, por lo cual les enseñan a cómo sobrellevarlo de la mejor manera posible. Sin embargo, es igual de importante que el empresario sepa cómo manejarlo, al menos, para poder hacer frente a la presión del mercado.
En términos generales, la presión es una sensación de urgencia que todos debemos soportar en diferentes niveles a lo largo de nuestras carreras y tareas cotidianas. Su objetivo se basa, principalmente, en la ejecución de una actividad desarrollada en un tiempo menor a lo habitual.
Un negocio es para que sea administrado y coordinado por un grupo de personas que se encarguen de distintas funciones, es decir, desde la firma de contratos con los proveedores hasta la movilización, ejecución, prueba y entrega de las propuestas. En cualquiera de estas funciones, usted deberá tener calendarios, plazos determinados y puntos establecidos para las restricciones presupuestarias, la calidad y la satisfacción del cliente. Así que, ¡sin ninguna presión!
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Recuerde que las personas trabajan bien bajo presión
La mayoría de personas conocen todo lo que implica trabajar bajo presión. Por lo tanto, cuando se ven obligadas a realizar algún tipo de labor bajo esta condición, no tienen problema alguno en hacerlo de tal manera. Es más, por lo general, suelen tener un mejor desempeño. Esto sucede porque a los seres humanos les encanta los retos y las tareas difíciles difíciles por resolver. Por lo tanto, no lo considere como un punto negativo, por lo contrario, acéptelo y véalo como una nueva oportunidad.
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Evalúe los desafíos y riesgos que asume
Realizar una evaluación lo ayudará a encontrar los métodos que debería emplear para controlar la presión. De tal manera que, tras ello, pueda pensar en posibles soluciones más que en los problemas en sí.
Uno de los principales factores a considerar para evitar la presión, es decir “no” la misma cantidad de veces que “sí”. Puesto que si acepta que puede desarrollar dicha tarea, entonces lo hará. Pero si cree que no, esta evaluación le dará la oportunidad de encontrar la manera de lograrlo.
Contribuya esta información con lo propuesto en el siguiente artículo: Cómo aprender a manejar mejor el riesgo.
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Planifique con anticipación
Su plan inicial puede cambiar de una etapa a otra, o incluso fallar por completo, pero la rapidez y precisión son los puntos clave. Por ello, tenga en mente, un plan de recuperación para cuando empiece a planear un nuevo desafío. Asimismo, es importante que piense en alternativas, así no las necesite, porque lo ayudarán a manejar mejor la presión, por lo que estará listo ante cualquier imprevisto.
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Mantenga el control sobre sí mismo
Sus reacciones a los diferentes desafíos son parte del proceso de aprendizaje. Ya que a veces es necesario que dé un paso atrás cuando se enfrenta a un desafío. Por ello, asegúrese de hacer las preguntas correctas que le permitan entender mejor sus oportunidades, incluso en medio de situaciones difíciles. De esta manera, usted mantiene un control, resuelve problemas y da ejemplo a su equipo.
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La forma en que hace cualquier cosa es la forma en que haces todo
La manera en que usted trata la presión en el trabajo le permitirá sobrellevarla en situaciones personales. Debido a que si puede dominarla, aprenderá a superar los desafíos, a crecer y a llegar al éxito. Eventualmente, esos tiempos agotadores serán un gran motivo para que se enorgullezca.
Artículo traducido y adaptado de Entrepreneur.
Francisco Esteban Pérez Yoma es un ingeniero y empresario chileno del sector inmobiliario. Estudio en el Saint George’s College y en la Universidad de Chile, donde se tituló como Ingeniero Civil.