Una verdad incómoda de la que nadie habla es que la mayoría de empresas grandes son extraordinariamente buenas en llevar a cabo su negocio principal, sin embargo por lo general su capacidad para planificarse de cara al futuro no lo es tanto.
La parte más difícil de cualquier transformación personal o empresarial puede ser el tener que decidir que se hará cada día para avanzar hacia lo que impulsará el éxito futuro. A menudo, esto significará dejar ir las cosas que le hicieron exitosos en el pasado, para dar lugar a nuevas habilidades, relaciones, formas de trabajar y oportunidades.
A medida que las tecnologías evolucionan, los entornos empresariales cambian constantemente. La transformación digital de las empresas es lo que cierra la brecha entre lo que los consumidores esperan y lo que los modelos empresariales tradicionales pueden ofrecer. Desde una perspectiva de negocios, la pandemia global ha actuado como un acelerador en la transformación al por mayor de las relaciones e interacciones comerciales entre empresas, clientes, proveedores y empleados.
Esta velocidad e impacto fueron resumidos claramente por el CEO de Microsoft, Satya Nadella, cuando dijo: “A medida que COVID-19 impacta en cada aspecto de nuestro trabajo y vida, hemos visto el valor de dos años de transformación digital en dos meses”. Esta reciente pandemia ha magnificado el ritmo de cambio en el mundo que nos rodea, incluyendo el entorno empresarial. Los países, las empresas y los individuos tuvieron que adaptar su trabajo y vidas a este nuevo contexto. Por lo tanto, se hicieron evidentes los desafíos en infraestructura y procesos existentes.
La pandemia seguirá siendo el principal impulsor de las tendencias empresariales durante todo el año 2021 y más allá. Además de la turbulencia económica en los meses venideros, habrá puntos brillantes. La crisis ha acelerado profundamente la transformación digital de muchos sectores y muchas empresas, y es poco probable que estas quiten el pie del acelerador ahora que han sobrevivido y navegado con éxito a través de la pandemia.
Con el impacto añadido de COVID-19, las organizaciones de todas las formas y tamaños harían bien en auditarse a sí mismas frente a los rasgos y comportamientos de las empresas digitales líderes, para asegurarse de que están entre los líderes y no entre los rezagados.
Hay seis cosas clave que las empresas digitales líderes hacen muy bien sistemáticamente:
- Tienen una clara visión sobre el problema que tienen que resolver
- Comprende el valor que su servicio o producto ofrece al cliente
- Comprenden el valor de su negocio
- Tienen un enfoque en el diseño de experiencias
- Se impulsan mucho en la ingeniería
- Aprovechan el uso de datos con la implementación de inteligencia artificial
Como líder empresarial, usted entenderá implícitamente que estos seis pasos son los criterios de éxito. Pero, ¿es realmente capaz de decir que su empresa está haciendo lo que nació para hacer, que tiene ese tipo de enfoque y claridad de visión?
¿Qué entiende el valor para el cliente y, por consiguiente, entiende ese valor para la empresa?
¿Qué está enfocado en primer lugar en la experiencia, la experiencia física, la experiencia digital, la experiencia completa?
¿Qué está impulsado por la ingeniería, como una empresa de tecnología?
Y, en última instancia, que utiliza los datos y la I.A para hacer evolucionar constantemente el negocio, porque ahí es donde se puede identificar las oportunidades adyacentes.
Uno de los sectores que ha superado a la mayoría de los demás desde el estallido de la pandemia es el de los alimentos, la cual rápidamente optó por habilitar plataformas online en donde las personas pudieran hacer sus compras.
En lo que respecta a la movilidad personal, los gobiernos están volviendo a dar prioridad a las políticas de transporte para tratar de captar algunos de los beneficios ambientales que se observaron durante sus respectivos períodos de bloqueo. En ciudades de todo el mundo se están poniendo en marcha nuevas iniciativas favorables a la bicicleta. Además, se ha acelerado la reglamentación para permitir soluciones de movilidad personal, como el alquiler de transportes eléctricos, liberando el camino para que las empresas digitales, como Bird, Scoot, Lime y Jump, entren en nuevos mercados con sus modelos de funcionamiento incipientes.
En todas partes, las empresas establecidas están reportando aumentos significativos en los ingresos del comercio electrónico. L’Oréal, por ejemplo, ha visto un crecimiento significativo en el comercio electrónico incluso en sus mercados menos desarrollados, informando un salto en las ventas en línea del 300% en América Latina en abril de 2020, y del 400% en África y Oriente Medio. Crucialmente, la compañía cree que muchos comportamientos de los consumidores, incluyendo el uso de pruebas virtuales de maquillaje, color de cabello y consultas de belleza individuales vía video chat, perdurarán después de que la pandemia disminuya.
Estos ejemplos, y muchos más, muestran que es posible ver la transformación a través de una lente amplia e incluir múltiples facetas de su negocio. De esta manera, se puede hacer más fácil identificar cuáles son las oportunidades que puede traer la transformación digital y que el cliente puede valorar.
El verdadero potencial de la transformación hoy en día, después de un año en el que se han producido cambios irrevocables en la forma en que se consume y trabaja, es desarrollar un negocio capaz de mejorar constantemente para atender los deseos y necesidades cambiantes de los consumidores. Algunas actualizaciones requerirán retirar partes de su producto o servicio, mientras que otras resultarán en una renovación completa de una versión a la siguiente. De cualquier manera, cada actualización, no importa cuán grande o pequeña, revolucionaria o incremental, es una evolución que le servirá bien en una era en la que quedarse quieto no es una opción.
Articulo traducido y adaptado de Entrepenur
Francisco Esteban Pérez Yoma es un ingeniero y empresario chileno del sector inmobiliario. Estudio en el Saint George’s College y en la Universidad de Chile, donde se tituló como Ingeniero Civil.