¿Busca nuevas formas de innovar? La buena noticia es que no es necesario albergar un avance tecnológico secreto para hacerlo.
Piense en Pelotón, la empresa de ejercicios en casa cuyas ventas crecieron un 232% hasta noviembre, mucho más allá de las expectativas de la empresa (o de cualquiera). Los entrenamientos intensos en bicicleta no son nada nuevo (véase, por ejemplo, Soul Cycle), y tampoco lo es sudar en la comodidad del hogar. Pero si se combinan los dos durante una pandemia, cuando millones de personas estaban recién confinadas en casa y desesperadas por las endorfinas, se obtiene un fenómeno de ejercicio, y eso a pesar de la mala prensa que tuvo Pelotón a finales de 2019. A raíz de lo que algunos llamaron una promoción navideña “sin ton ni son”, sus acciones cayeron instantáneamente un 9%. Ouch. Pero es seguro decir que se han recuperado.
Por supuesto, hubo algo de tecnología de streaming involucrada, pero el verdadero golpe de efecto fue el momento y un cambio demográfico masivo. Según Peter F. Drucker, autor de Harvard Business Review, un cambio demográfico es uno de los varios lugares sorprendentes donde los empresarios pueden buscar su próxima gran idea. Aquí, un vistazo a algunas de esas áreas.x
1.Cambios demográficos
Una población que experimenta un cambio notable -por ejemplo, la repentina llegada de la mano de obra- puede ser una ganancia rápida para generar ideas innovadoras. Escribe Drucker: “De hecho, las oportunidades de innovación que hacen posible los cambios en el número de personas -y en su distribución de edad, educación, ocupaciones y ubicación geográfica- se encuentran entre las más gratificantes y menos arriesgadas de las actividades empresariales.”
Porque junto con estos cambios surgen nuevos deseos y necesidades y, por supuesto, oportunidades para satisfacerlos, sin invertir una tonelada en el desarrollo de nuevas tecnologías. Por ejemplo, la huida urbana que hemos visto desde la pandemia de Covid-19. Según el New York Times, los habitantes de Nueva York huyeron al campo y a los suburbios en 2020. Una casa del Valle del Hudson tuvo 14 visitas en su primer día y recibió cuatro ofertas en efectivo ese mismo día. Otras propiedades incluso recibieron ofertas, sin ser vistas.
Ahora considere el potencial de oportunidades: servicios o productos que estos antiguos urbanitas podrían necesitar en su viaje – para encontrar una nueva propiedad de alquiler o de compra, o para adaptarse a su nuevo estilo de vida rural. Le dejo que haga una lluvia de ideas, pero las oportunidades son abundantes.
Los cambios demográficos siempre crean momentos para la innovación.
2.Cambios de percepción
Si observa un área en la que la percepción de la gente ha cambiado, es probable que esté buscando otro lugar para la innovación. Siguiendo con el ejemplo anterior, los jóvenes profesionales solían acudir en masa a las ciudades, pues consideraban que su proximidad a los centros industriales y financieros era clave para avanzar en sus carreras. Pero si la pandemia nos ha demostrado algo, es que para muchas personas, un código postal urbano ya no es esencial para una carrera próspera. Muchos, de hecho, han empezado a centrarse en las desventajas de vivir en ciudades caras y más densamente pobladas.
Empresas como Slack, Zoom y Trello han sabido aprovechar este cambio de percepción permitiendo a la gente trabajar desde cualquier lugar.
O bien, considere la industria de la salud. Hoy en día, vivimos más tiempo que nunca, pero la búsqueda de la salud y el bienestar parece no haber hecho más que empezar. Como observa Drucker, “en lugar de alegrarse por las grandes mejoras en la salud, los estadounidenses parecen enfatizar lo lejos que están todavía de la inmortalidad”. Todos los días parece haber una nueva innovación que pretende ayudarnos a vivir mejor: desde alternativas cárnicas basadas en plantas y elixires respetuosos con el intestino hasta aperitivos de CBD y terapia de luz infrarroja. Vivir más tiempo ya no es suficiente.
Esté atento a los cambios de percepción del vaso medio vacío al lleno, o viceversa, y podría encontrar una nueva forma de innovar.
3.Incongruencias aparentes
A veces, nos acostumbramos tanto a la antigua forma de hacer las cosas que no nos damos cuenta de los puntos de dolor, como cuando algo es más difícil o más lento de lo que tiene que ser.
Por ejemplo, al principio, la compra de zapatos por Internet parecía ofrecer a los clientes una opción de compra más fácil: podían saltarse el viaje al centro comercial, las colas en la tienda, etc. Pero el concepto tardó en ganar impulso. Como explica GQ:
“En ese momento, Amazon estaba vendiendo libros con éxito, pero mover un producto de talla única es muy diferente a tratar de persuadir a los clientes a comprar algo mucho más subjetivo, como los zapatos”.
Pero el difunto consejero delegado de Zappos, Tony Hsieh, tuvo una idea sencilla pero innovadora que llevó al sector (y a su empresa) al siguiente nivel: ofrecer envíos y devoluciones gratuitos. Hseih eliminó los inconvenientes de la compra online que otras empresas de calzado y ropa habían dado por sentado.
O, por ejemplo, las hojas de cálculo: casi todos los empresarios las utilizan a diario. Puede que faciliten los negocios, pero durante mucho tiempo fueron más engorrosas de lo necesario, sobre todo cuando se trataba de compartir información no numérica, como nombres, fechas, archivos adjuntos y demás. Había que utilizar otro software para compartir el tipo de datos que no caben en columnas ordenadas.
La forma antigua puede funcionar bien, pero puede haber una forma mejor. Busque los puntos de dolor que su empresa o la industria pueden estar evitando o pasando por alto.
4.Fracasos y éxitos inesperados
A estas alturas, es posible que haya oído la historia del origen de Wrigley’s: inicialmente, la empresa con sede en Chicago vendía jabón y bicarbonato de sodio, sólo para descubrir que los paquetes gratuitos de goma de mascar que venían con ellos eran incluso más populares que sus productos reales. El éxito inesperado hizo que toda la empresa cambiara de rumbo.
Como escribe Drucker: “Los éxitos y fracasos inesperados son fuentes tan productivas de oportunidades de innovación porque la mayoría de las empresas los descartan, los desprecian e incluso se resienten”.
Si, en lugar de descartar los acontecimientos imprevistos, profundizamos para averiguar las causas subyacentes, podríamos descubrir una forma de innovar que difiere de nuestra visión original, pero que es exactamente lo que nuestros usuarios necesitan, y eso, diría yo, es la preocupación número uno de un empresario.
Articulo traducido y adaptado de https://www.entrepreneur.com/
Francisco Esteban Pérez Yoma es un ingeniero y empresario chileno del sector inmobiliario. Estudio en el Saint George’s College y en la Universidad de Chile, donde se tituló como Ingeniero Civil.