Es fundamental tener un plan de negocio y una estrategia de crecimiento para el futuro de su empresa en nuestro mundo post-pandémico.

Cuando se produjo la crisis de Covid-19, la mayor pregunta era si era logísticamente viable tener a un número tan grande de personas haciendo su trabajo desde casa. En algunos casos, como el de la industria de la restauración, las empresas se vieron muy afectadas al descubrir que no había una solución ideal. En otros ámbitos, en los que la naturaleza de los puestos de trabajo no requería el trabajo en persona, los líderes descubrieron que podían dejar que algunos o todos sus empleados trabajaran a distancia y seguir siendo increíblemente rentables.

Ahora, sin embargo, se está abriendo el país y las empresas nacionales tienen que pensar en cómo va a ser el futuro inmediato y a largo plazo tras la reapertura. Y una de las mayores preguntas es cómo garantizar que sus oficinas estén preparadas para las nuevas realidades y objetivos digitales.

1. Evaluar cuidadosamente las preferencias de los trabajadores

Aunque el 68% de los trabajadores quiere un modelo de lugar de trabajo híbrido cuando termine la pandemia, hay una desconexión entre esa preferencia y lo que quieren muchos líderes empresariales. Mientras tanto, el 70% de los directores generales encuestados dijeron que tienen previsto que los trabajadores vuelvan a la oficina, y algunos profesionales afirman que las cosas volverán a ser como antes debido al poder que tienen las empresas sobre sus equipos. 

Para asegurarse de que sus planes están en consonancia con lo que quiere su equipo, encuentre compromisos viables:

• Evite tensiones que puedan agriar su cultura, mantenga conversaciones importantes pero difíciles con el equipo y realice encuestas para descubrir qué prefiere hacer la mayoría.
• Considere si permitir a sus trabajadores remotos quedarse en casa supondría una carga práctica o financiera.
• Si permanecer en casa beneficia a la salud mental o física de los empleados, o a su productividad general, considere la posibilidad de permitirles mantener su configuración actual. 

La mayoría de las empresas han sido imprecisas sobre sus planes o no los han discutido en absoluto. Además, las empresas que han incumplido lo que dijeron a los trabajadores ya están viendo una reacción, ya que las promesas incumplidas disuelven la confianza y crean desafíos para los empleados (por ejemplo, tener que elegir entre el trabajo y la casa que querían comprar en una ubicación diferente). Así que, sea cual sea la preferencia del trabajador, la comunicación sobre sus intenciones debe ser clara. Si ya ha hecho una promesa a sus trabajadores sobre lo que les permitiría hacer, cúmplala.

2. Revise los comportamientos de los consumidores

Durante la pandemia, los consumidores cambiaron drásticamente sus comportamientos, aumentando el comercio electrónico y adaptándose a opciones como la recogida y el pago sin contacto. Como señala McKinsey & Company, esto ha cambiado muchas de sus expectativas a largo plazo, y las empresas tienen que tener en cuenta ese cambio en su forma de operar y en lo que ofrecen. 

Pero los consumidores y su equipo están interconectados. Cuando sus trabajadores están contentos y se comprometen con su visión, trabajan mejor y prestan un mejor servicio para que los clientes también estén contentos. Es un ciclo sencillo que se perpetúa con las buenas prácticas empresariales. Además, las empresas que identifican las oportunidades emergentes y ofrecen una gran empatía en tiempos de cambio suelen sortear el cambio con mayor éxito.

Así que hay que pensar si sus trabajadores remotos van a satisfacer las nuevas demandas de los consumidores en el mundo post-pandémico, y si pueden seguir siendo los poderosos defensores de la marca que usted necesita que sean desde la distancia. Es probable que muchas empresas descubran que, como mínimo, necesitan seguir invirtiendo en su actual plantilla digital para atender a los consumidores que pasan más tiempo en línea. Las métricas pueden decirle cuántos trabajadores necesitan estar cara a cara con sus compradores, dónde tiene sentido confiar más en la tecnología o dónde los trabajadores pueden pivotar a diferentes tareas. 

3. Aprovechar las tecnologías emergentes y probadas

Antes de Covid-19, las empresas utilizaban una serie de tecnologías increíbles para mantenerse productivas y conectadas. Pero la pandemia elevó estas tecnologías y ayudó a los líderes a comprender su importancia. Plataformas como Zoom, por ejemplo, pasaron de ser útiles a vitales casi de la noche a la mañana porque resolvían nuevos problemas sin dejar de ofrecer el contacto cara a cara que los equipos necesitaban.

Como cada vez hay más gente que trabaja desde casa, una encuesta de McKinsey descubrió que el 93% de las empresas experimentaron un aumento del trabajo a distancia durante la crisis del virus. De ese 93%, el 54% de los encuestados dijo que pensaba que los cambios se mantendrían. Dado que los líderes ven el trabajo a distancia como un cambio a largo plazo, ya están invirtiendo en él a largo plazo.

Con este tipo de apoyo financiero y cambio de actitud, el uso de estas tecnologías existentes se normalizará con el tiempo. También es probable que se produzca una oleada de opciones digitales totalmente nuevas por parte de desarrolladores e ingenieros que busquen innovar de forma aún más espectacular para el entorno de trabajo a distancia de manera muy personalizada. Tiene sentido reconocer esta tendencia y, al menos, explorar la posibilidad de modernizar los sistemas y prácticas que su empresa utiliza actualmente.

A medida que la pandemia se va controlando y se avanza en la reapertura, las empresas tienen opciones sobre cómo proceder. Pero la forma en que la gente vivió y trabajó durante la crisis seguirá influyendo en la forma en que vivimos y trabajamos en los próximos años. Está surgiendo una mentalidad nueva y positiva de que está bien utilizar la tecnología punta para servir mejor a los clientes y crear una plantilla más feliz y descentralizada. Adaptarse a esta nueva forma de pensar le permitirá mantenerse a la vanguardia, pero recuerde que cada empresa es diferente y que no existe una solución única para todo. Para crear planes post-pandémicos que realmente le lleven al éxito, evalúe su propia situación y objetivos. La oficina digital ha llegado para quedarse y ofrece un poder increíble en todo tipo de sectores, pero la forma de darle forma depende exclusivamente de usted. 

Articulo traducido y adaptado de https://www.entrepreneur.com/ 

Francisco Pérez Yoma

Francisco Esteban Pérez Yoma es un ingeniero y empresario chileno del sector inmobiliario. Estudio en el Saint George’s College y en la Universidad de Chile, donde se tituló como Ingeniero Civil.

franciscoperezyoma.com