Cómo los emprendedores pueden utilizar la retroalimentación para mantenerse resistentes y ágiles
El feedback es el combustible que impulsa el crecimiento y la excelencia. Todos dependemos de la retroalimentación para mantenernos en el camino, para saber qué estamos haciendo bien y qué necesitamos mejorar. En una época de ansiedad e incertidumbre, los emprendedores y propietarios de pequeñas empresas necesitan dominar el arte del feedback eficaz.
En su libro Flow, el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi identifica el feedback como una de las claves de lo que él llama “experiencia óptima”, ya sea en el trabajo o en el juego. Una de las razones por las que los juegos son tan propicios para el flujo, escribe, es que proporcionan una retroalimentación inmediata, práctica y procesable. Si juega al golf y golpea la pelota muy a la izquierda, sabrá inmediatamente que tiene que corregir esa forma.
Por desgracia, en las empresas, el feedback se ha convertido en sinónimo de cosas como las revisiones de rendimiento. Y según Gallup, sólo el 14% de los empleados dicen que las revisiones de rendimiento les inspiran a mejorar. Las revisiones de rendimiento consisten en mirar por el retrovisor. Por el contrario, lo que mejor motiva a la gente es mirar hacia el futuro y utilizar el feedback “en vivo” en el presente.
Trabajo con ejecutivos y directores generales de grandes empresas y también con propietarios de pequeñas empresas y emprendedores. Independientemente de la escala, todos los líderes empresariales se enfrentan al reto de inspirar a las personas para que den lo mejor de sí mismas. En medio de la agitación económica de la pandemia, la retroalimentación efectiva nunca ha sido más importante para mantener la moral y promover cualidades esenciales como la agilidad y la resiliencia. He aquí algunas formas de asegurarse de que está transmitiendo la información que la gente necesita oír.
Adopte una mentalidad de entrenador
Si las evaluaciones de rendimiento no funcionan, ¿qué es lo que sí lo hace? Los expertos sugieren cada vez más que adoptemos un enfoque de coaching para la retroalimentación en tiempo real, basada en los puntos fuertes y orientada al futuro. Las personas responden mejor al feedback en el momento que aborda preguntas sencillas como: ¿Cómo puedo hacer pequeñas mejoras ahora y mayores en el futuro? ¿Cómo puedo aprovechar los puntos fuertes existentes y descubrir otros nuevos? ¿Y cuál es la visión compartida del futuro hacia la que todos trabajamos?
Una de las diferencias entre el feedback y el coaching es que el primero tiende a centrarse en el rendimiento y define al empleado únicamente en términos de su función. El coaching es más amplio y se refiere al desarrollo personal y profesional. Y es intrínsecamente más empático, ya que comunica qué te preocupas por ellos y que inviertes en ellos como personas completas.
Practicar el modelo de sándwich de retroalimentación
Se puede empezar con una frase que comience así: “Me gusta cómo…” o “Aprecio cómo…”. A continuación, puede pasar a la retroalimentación directa, enmarcando en términos de aprovechamiento de los progresos anteriores: “Me gustaría ver más de…” o “Tengo algunas ideas para mejorar…”. A continuación, puede concluir afirmando su aprecio por sus esfuerzos y por el valor que aportan.
El coaching basado en la fuerza aumenta la agilidad
La agilidad es una palabra de moda hoy en día, pero ¿qué significa realmente? Según un documento de McKinsey sobre el liderazgo ágil, es la capacidad de “prosperar en un entorno imprevisible y rápidamente cambiante”. Eso parece describir ciertamente el mundo bajo la pandemia y en el futuro previsible.
El coaching basado en las fortalezas es intrínsecamente más ágil porque se trata más del potencial que de los roles definidos. Por el contrario, el enfoque de la revisión del rendimiento para la retroalimentación nos encierra en nuestro título y descripción de trabajo actuales. Pero, ¿qué pasa si un trastorno inesperado nos obliga a cambiar o reinventar ese papel? Definirnos en función de nuestro papel nos hace vulnerables a los cambios repentinos. Definirnos en función de nuestros puntos fuertes nos permite pivotar y transferir esos puntos fuertes a nuevas funciones y nuevas realidades.
El documento de McKinsey identifica dos importantes cambios de mentalidad para el líder empresarial actual. Uno es el paso de la certeza al descubrimiento. El coaching basado en la fuerza nos ayuda a crear equipos que se centran en el potencial y la evolución, y no en el statu quo. El otro cambio es pasar de la autoridad a la colaboración. Cuando pensamos en la retroalimentación sólo como instrucción, estamos volviendo a una escuela de liderazgo anticuada de mando y control. Pero cuando la retroalimentación consiste en entrenar y desarrollar todo el potencial de alguien, se crea un entorno de asociación y colaboración en el que se produce el trabajo más innovador.
Gestione su propio bienestar empresarial
Los emprendedores y los propietarios de pequeñas empresas se rigen por unas reglas diferentes. Su semana laboral es de 9 a 5 y más de 24 horas al día. Su vida profesional no es sólo un trabajo, sino una vocación. Sin embargo, por muy apasionado que sea su empresa, el agotamiento sigue siendo un riesgo. Todo se reduce a la diferencia entre la pasión armoniosa y la obsesiva. Cuando la pasión por nuestro trabajo es armoniosa, podemos trabajar largas semanas. Pero cuando llega el momento de desconectar, podemos dedicarnos a otros aspectos de nuestra vida y estar presentes en ellos. Nuestras actividades laborales y no laborales se complementan entre sí en lugar de competir. Este es el enfoque sostenible del éxito. La pasión obsesiva es el camino hacia el agotamiento.
La pasión armoniosa se caracteriza por experimentar una alegría intrínseca en el propio trabajo. Sí, tenemos metas y objetivos, pero, ante todo, sentimos placer en el proceso, en el viaje. Este tipo de bucle de retroalimentación no se apaga, sino que se mantiene en el tiempo. La fatiga pandémica es real y es algo que muchos de mis clientes han manifestado sentir. Todavía tenemos por delante meses, sino años, de incertidumbre. Tenemos que asegurarnos de alimentarnos a nosotros mismos y a nuestros equipos con el tipo de retroalimentación que energiza, motiva e inspira.
Articulo traducido y adaptado de https://www.entrepreneur.com/
Francisco Esteban Pérez Yoma es un ingeniero y empresario chileno del sector inmobiliario. Estudio en el Saint George’s College y en la Universidad de Chile, donde se tituló como Ingeniero Civil.