Cuando pare de posponer las cosas, empezará a ver el éxito que persigue.
La procrastinación puede ser el coste más caro en la vida y en los negocios, ya que provoca estrés, malentendidos y oportunidades perdidas. Mucha gente deja las tareas para el último momento y, según Psychology Today, el 20% de las personas son procrastinadores crónicos.
Hoy en día, las distracciones parecen la norma. Más que nunca, las personas se ven arrastradas en diferentes direcciones, y las exigencias de tiempo, horarios y energía aumentan.
Para hacer frente a las presiones de la vida y el trabajo, muchos dedican un tiempo excesivo a desconectar de las actividades no laborales: desplazarse por las redes sociales, participar en cotilleos, leer blogs y ver la televisión. Son actividades que nos hacen sentir mejor en el momento, pero que nos impiden actuar en nuestras tareas, sueños y deseos. ¿Cómo podemos rendir al máximo cuando nos autosaboteamos y nos frenamos?
¿Por qué procrastinamos?
Según un artículo de Balkis y Duru, la procrastinación se produce por la mala gestión del tiempo, la falta de habilidades organizativas y de motivación, la incapacidad para concentrarse en el trabajo, las expectativas poco realistas y los problemas personales, la fijación en pensamientos negativos, las creencias negativas sobre las propias capacidades, la baja confianza en uno mismo, el perfeccionismo y la ansiedad y el miedo relacionados con el fracaso y el éxito.
En mi propia vida, vivía en el espacio entre la intención y la acción. Procrastinaba los plazos laborales y personales, lo que me llevaba a perder oportunidades, malentendidos y estrés. Todo ello podría haberse evitado si hubiera salido de mi propio camino y no hubiera procrastinado.
He aquí algunas formas de superar la procrastinación para alcanzar el máximo rendimiento.
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Cuestione y sea realista consigo mismo
¿Se ha planteado su situación desde un punto de vista diferente? La mayoría de las veces, sabemos qué es lo que nos estorba. Si no se sabe dónde se está, no se podrá llegar a donde se quiere. He aquí algunas preguntas que pueden ayudarle a ser realista consigo mismo y con la situación que tiene entre manos. ¿En qué aspectos establece expectativas poco realistas para sí mismo? ¿Cómo se presiona a sí mismo? ¿Qué tipo de cosas se está diciendo a sí mismo? ¿Cuál es el motivo de lo que desea o necesita hacer? ¿Cuáles son las consecuencias o las recompensas por conseguirlo? ¿Qué es lo que se interpone en el camino? Tómese el tiempo necesario para responder a estas preguntas por sí mismo.
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Perdónese a sí mismo
Acepte el hecho de que ha sucedido; muchos de nosotros hemos pospuesto las cosas en un momento u otro. No es necesario que usted se castigue. La forma más rápida de progresar y pasar a un estado de máximo rendimiento es la aceptación. Reconozca su culpa, perdónese y siga adelante. Elimine el exceso de pensamiento y tome las acciones necesarias que le harán avanzar.
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La matriz de Eisenhower
Vivimos en una época en la que todo es urgente e importante, pero ¿es eso realmente cierto? Muchas de nuestras tareas y plazos pueden ajustarse o renegociarse. Una poderosa estrategia que ayuda a priorizar las tareas en función de la urgencia y la importancia es la llamada Matriz de Eisenhower. Hay cuatro cuadrantes que ayudan a etiquetar las tareas: Urgente/Importante, Urgente/Menos importante, Menos urgente/Importante, Menos urgente/Menos importante. Identifique qué tareas van en cada cuadrante; esto ayuda a enfocar dónde debe ir su energía, tiempo y atención.
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Póngase manos a la obra: El método del minuto
Empiece algo durante un minuto. Todo lo que se necesita para entrar en acción y ponerse en marcha es un minuto. Empiece sin importar cómo se sienta; empiece antes de estar preparado. Mucha gente piensa demasiado y actúa muy poco. Ponga su temporizador ahora y pase a la acción.
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Divida un proyecto en tareas más pequeñas
Cuando hay mucho que hacer, queremos hacerlo todo, lo que puede provocar agobio y parálisis por análisis incluso antes de empezar. Nos quedamos paralizados y, por tanto, no actuamos. Dividir el objetivo general en tareas más pequeñas a lo largo del tiempo ayuda a crear consistencia, cultivar la confianza y aumentar el impulso. Es un cambio de juego.
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Eliminar las distracciones
Hoy en día, la gente está más distraída que nunca por sus teléfonos, las redes sociales y las noticias. Los períodos de atención son más cortos y la vida es más ruidosa. Según la encuesta de Udemy, casi tres de cada cuatro trabajadores (70%) admiten que se sienten distraídos cuando están en el trabajo, y el 16% afirma que se distraen casi siempre. Apaga las notificaciones de las redes sociales, encuentre un lugar donde no le molesten ni le interrumpan y tome nota de qué otras cosas le hacen distraerse. Una vez que alguien se distrae, tarda unos 23 minutos en volver a la tarea que tiene entre manos. Cuando vivimos y permitimos que se produzcan distracciones, es más fácil procrastinar.
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La técnica del brazalete
Comience por conseguir una banda elástica o de goma y póngasela en la muñeca. Cada vez que se encuentre procrastinando o pensando en pensamientos negativos, haga crujir el elástico o la banda elástica en su muñeca. Este acto asocia el dolor físico con los pensamientos negativos y la procrastinación; puede ser una forma eficaz de superar la procrastinación y los pensamientos negativos que se producen.
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El experimento de la línea de tiempo
¿Puede el establecimiento de plazos y líneas de tiempo ayudar a superar la procrastinación? Según un estudio, mencionado en Psychological Science, se ha informado de que establecer plazos mejora la capacidad de completar una tarea. Los plazos autoimpuestos y los externos son eficaces. Juegue con usted mismo. Haga un experimento y establezca un pequeño plazo interno para ver si puede completarlo en una cantidad de tiempo específica: un poco de competencia entre sus intenciones, palabra y acciones puede ser divertido.
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Recompensarse a sí mismo
Supongamos que desea comenzar una tarea que debe realizar y decide trabajar en ella durante una hora; al final de esa hora, se recompensa con algo agradable. Esto crea un refuerzo positivo para las tareas a corto plazo. Planifique estas recompensas con antelación. Pasar a la acción y recompensarse a sí mismo refuerza la confianza en sí mismo. Empiece con algo pequeño y lleve un registro de sus progresos y recompensas. Cuantas más recompensas se dé a sí mismo, más motivado estará. La autoconfianza y el éxito engendran más autoconfianza y éxito.
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Entorno y energía
¿A qué hora del día es usted más eficaz? ¿En qué entornos es usted más productivo? Tanto su entorno como su energía son fundamentales a la hora de pasar a la acción y preparar el terreno para eliminar la procrastinación. Por ejemplo, si se siente con más energía por la mañana y está en un entorno en el que se siente motivado, seguro e inspirado, esto le llevará a la acción. Identifique los momentos del día en los que se siente mejor y los tipos de entornos en los que ha prosperado: esto cultivará sentimientos de éxito y alineación energética.
Cuando comprenda las emociones subyacentes y las razones externas e internas que están causando la procrastinación, podrá identificar qué estrategias y técnicas puede utilizar para lograr una mayor productividad y menos procrastinación en su vida.
Artículo traducido y adaptado de Entrepreneur
Francisco Esteban Pérez Yoma es un ingeniero y empresario chileno del sector inmobiliario. Estudio en el Saint George’s College y en la Universidad de Chile, donde se tituló como Ingeniero Civil.