La música mejora el estado de ánimo y el bienestar, y la musicoterapia puede ayudar durante los tratamientos de ciertas enfermedades.
Los tiempos son difíciles. El clima político actual, la guerra, el impacto del calentamiento global, las continuas desigualdades debidas al racismo sistémico y los continuos problemas de salud física y mental derivados del COVID están haciendo mella en nuestra sensación de seguridad en el mundo y en nuestra calidad de vida. Esperemos que cada uno de nosotros pueda encontrar momentos de tranquilidad y alejar temporalmente nuestros pensamientos de las difíciles noticias diarias. Para muchas personas, la música puede contribuir a ese cambio, aunque sea de forma gradual.
¿Cómo puede influir la música en nuestra calidad de vida?
Recientemente, los investigadores analizaron el impacto de las intervenciones musicales en la calidad de vida relacionada con la salud, e intentaron responder a la pregunta sobre la mejor manera de ayudar a realizar ese cambio hacia la liberación, la relajación y la rehabilitación. Esta reciente revisión sistemática y meta-análisis (un estudio de estudios) demostró que el uso de intervenciones musicales (escuchar música, cantar y la musicoterapia) puede crear mejoras significativas en la salud mental, y mejoras menores en la calidad de vida relacionada con la salud física. Aunque los investigadores constataron un impacto positivo en la calidad de vida psicológica, no encontraron ninguna intervención o “dosis” de música que funcione mejor para todas las personas.
La complejidad de la música
Como seres humanos complejos de una gran variedad de culturas, con diversas experiencias vitales y necesidades de salud mental y física, nuestra conexión con la música es muy personal. Nuestra relación con la música puede ser una danza muy hermosa, vulnerable y a menudo complicada que cambia de un momento a otro en función de nuestro estado de ánimo, preferencias, situación social y experiencias anteriores. Hay momentos en los que la música puede tener un impacto claro e inmediato en nuestro bienestar:
- facilitar la transición al sueño con una lista de reproducción relajante
- encontrar la motivación para hacer ejercicio escuchando música de baile alegre
- ayudar a expresar las emociones cantando
- conectar con los demás asistiendo a una actuación musical en directo.
Hay otras ocasiones en las que un musicoterapeuta certificado puede ayudarle a establecer esa conexión con la música y a encontrar la mejor intervención y “dosis” que pueda tener un impacto positivo en su salud y proporcionarle una forma de curación.
¿Cómo puede utilizarse la música como herramienta terapéutica?
La musicoterapia es una profesión sanitaria establecida que utiliza intervenciones musicales basadas en la evidencia para abordar objetivos terapéuticos de atención sanitaria. La musicoterapia se lleva a cabo entre un paciente (y posiblemente sus cuidadores y/o familiares) y un musicoterapeuta certificado que ha completado un programa acreditado de musicoterapia de grado o postgrado.
Los musicoterapeutas utilizan intervenciones activas (canto, exploración de instrumentos, composición de canciones, movimiento, creación de música digital, etc.) y receptivas (audición de música, creación de imágenes guiadas con música, creación de listas de reproducción o conversación y reminiscencia musical), y crean objetivos para mejorar la salud y el bienestar.
Algunos de esos objetivos pueden ser disminuir la ansiedad, cambiar el estado de ánimo, disminuir la percepción del dolor durante el cáncer u otro tratamiento médico, aumentar la expresión, encontrar la motivación y muchos otros. El enfoque del uso de la música para alcanzar este tipo de objetivos -y para mejorar la calidad de vida en general- puede cambiar de un momento a otro, y un musicoterapeuta puede ayudarte a encontrar lo que mejor funciona en una situación concreta.
Esta intervención es la más estudiada, en casi todos los escenarios. Se puede realizar por cuenta propia o en musicoterapia. La música puede ser en vivo o grabada. La escucha puede hacerse con un enfoque intencional o como escucha de fondo. Puede amplificar las emociones para liberarlas. Se puede utilizar la música para calmar la mente. O puedes utilizar el “principio iso” y adaptar la música a tu energía o estado de ánimo actual, y luego cambiar lentamente la sensación, el tempo y la complejidad para ayudarte a cambiar. La escucha de música puede combinarse con indicaciones para la relajación o para motivarle a hacer ejercicio, moverse más o realizar una tarea que ha estado posponiendo.
Aprender o tocar un instrumento
Hacer música de forma activa implica realmente a todo el cerebro. Esto crea el mayor potencial de distracción, reducción del dolor, cognición, desarrollo de la motricidad fina y gruesa, y expresión. Algunos instrumentos están diseñados para facilitar el acceso a la libre expresión o el aprendizaje.
Por ejemplo, un tambor de lengüeta de acero, configurado en una escala pentatónica, tiene un hermoso sonido resonante, no tiene “notas incorrectas” y, por su diseño, te permite simplemente tocar. Si quieres hacer participar un poco a tu cerebro cognitivo, prueba a aprender a tocar el ukelele. Las cuerdas son fáciles de pulsar, los acordes para principiantes sólo necesitan uno o dos dedos y hay muchos recursos de ukelele en línea. Hacer música con un instrumento puede ser divertido y fácil.
Un musicoterapeuta certificado puede ayudarte a encontrar el camino más directo y exitoso hacia la expresión musical. Aprender a dominar realmente un instrumento y a leer música requiere tiempo, paciencia y práctica.
Cantar
Esta puede ser una intervención increíble si tienes una buena conexión con tu voz y/o tienes una buena relación de musicoterapia en la que el terapeuta puede ayudarte a construir tu conexión con tu instrumento. El canto tiene beneficios físicos en la función pulmonar y beneficios emocionales al cantar letras que dicen tu verdad. Por último, está la conexión con la comunidad y el poder de estar rodeado de armonías fuertes y ajustadas.
El resultado final
Aunque no hay una intervención mejor, una canción mágica o un género perfecto para hacer más fáciles todas las cosas difíciles de la vida, la música puede ser un poderoso agente de cambio.
¿Necesitas más ayuda para encontrar las mejores herramientas musicales para ti? Aquí tienes algunos recursos para explorar la musicoterapia y encontrar terapeutas certificados.
Traducido y adaptado de Harvard Health
Francisco Esteban Pérez Yoma es un ingeniero y empresario chileno del sector inmobiliario. Estudio en el Saint George’s College y en la Universidad de Chile, donde se tituló como Ingeniero Civil.